Una solución 3 en 1 para la fertilización de los cultivos

Las enmiendas orgánicas de Agroamb aportan nutrientes, materia orgánica y regulan el pH de la tierra

* Artículo publicado en el Especial Campo Lucense de El Progreso el 28-02-2022

El ciclo del campo no para de girar y el despertador de una nueva siembra ya suena en muchas de las explotaciones agrarias que se extienden por la geografía gallega, y en la de Lugo en particular. El momento de sembrar el maíz forrajero es clave por la importancia que tiene este alimento para un sector como el de la ganadería, afectado notablemente por el incremento de los costes de producción. En ese contexto la importancia de que los cultivos sean eficientes y sostenibles se ve acentuada, por lo que la búsqueda de soluciones que atiendan esas dos inquietudes pasa a ser prioritaria.

El primer paso para garantizar una buena productividad de los forrajes, ya sean de maíz o pradera, es optimizar el estado de los suelos en los que se van a sembrar. Las tierras de una gran parte de la cornisa cantábrica tienen una particularidad, su acidez, que es un factor limitante de la productividad de estas plantaciones. Existen múltiples factores que explican el exceso de cationes de hidrógeno ( h*) que provocan el descenso del pH y por lo tanto convierten un suelo en ácido: el origen del terreno (los de loseta son ácidos por naturaleza), a pluviometría, la presencia de aluminio, determinados componentes de la materia orgánica…Para neutralizar el contenido en demasía de h* y equilibrar el pH habitualmente se aplicaban productos cálcicos en el suelo mediante el proceso denominado como encalado. Este remedio suponía añadir un paso más a todas las tareas de laboreo y por lo tanto un incremento de costes y horas de trabajo, además de un descenso en la eficiencia de la producción. El remedio a estos dos problemas se encuentra en los fertilizantes orgánicos desarrollados por Agroamb, una empresa con sede en el concello de Castro de Rei.

La firma que impulsaron los hermanos Ónega Ares hace más de 20 años en Ponte de Outeiro produce enmiendas orgánicas que suponen una solución 3 en 1 para la fertilización de los cultivos. Sus fertilizantes aportan nutrientes, materia orgánica y regulan el pH de la tierra en una misma aplicación. Este efecto se produce, entre otros motivos, gracias a su proceso de elaboración en el que se valorizan residuos de la industria agroalimentaria que son tratados y higienizados mediante la aplicación de cal. El resultado es un producto que procura numerosos beneficios a los suelos en los que se emplea: mejora sus propiedades físicas (estructura y capacidad de retención de agua), mejora el contenido de materia orgánica del suelo, equilibra su pH, favorece la proliferación de microorganismos aumentando la fauna del suelo, reduce la toxicidad por aluminio…

La mejora de la productividad de las cosechas no es el único beneficio derivado del empleo de los fertilizantes orgánicos (húmico y líquido) que produce Agroamb. La valorización de los subproductos agroalimentarios supone su recircularización, evitando emisiones y, a la vez, capturando carbono cuando se aplican los abonos en las fincas. Emplear las soluciones de la firma de Castro de Rei implica atender dos necesidades de manera simultánea: por una parte dotar a los suelos de los recursos precisos para una cosecha abundante y eficiente, y por la otra impulsar nuevos modelos de producción que ayuden a garantizar un futuro próspero y sostenible.

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